Los sionistas están convencidos del reforzado peso político y militar de Israel en la estrategia global estadounidense ante el conflicto con Irán y el control militar de región.
Palestina y tú, es el título de la primera publicación que leí relacionada sobre las causas y consecuencias del sufrimiento de pueblo palestino. En 1985, asistí al homenaje y la condena de las masacres ocurridas en los campamentos de refugiados palestinos en las ciudades libanesas de Sabra y Chatila (septiembre 1982). Desde entonces hasta hoy ha cambiado para peor la vida de los habitantes que sobreviven en la ilegítimamente ocupada Palestina.
Con mis compañeros estudiantes palestinos en la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba, comencé a conocer la realidad que vivían sus familiares dispersos por el mundo. Entré a conocer de primera mano aquel genocidio que despertó mis inquietudes por saber más sobre el origen de la tragedia humana que todavía está ocurriendo a la vista de la humanidad.
A través de los testimonios y referencias de aquellos valientes muchachos recién llegados de muchas partes, 14 INTERNACIONALES menos de su Patria Palestina, supe de la represión, la resistencia y la valentía a toda prueba de un pueblo que lucha por su soberanía, enfrentando la desigual crueldad de la ocupación y además no ceder su espacio vital, es la realidad sin igual de un pueblo por preservar la casa, el barrio, la vida en familia.
El folleto o la obra Palestina y tú quedó en mi memoria. La misma lectura con responsabilidad que debían hacer hoy los lectores ante un conflicto que por su complejidad amerita investigarse para tomar conciencia de los errores que no deben cometerse jamás entre seres humanos.
La humanidad debería aprender de la historia y las consecuencias del conflicto de Palestina, esclarecer una situación que no enfrenta a dos pueblos, el palestino y el judío, como nos quieren hacer ver, sino a la visión geopolítica imperialista que instrumentalizó el sionismo como gendarme del capitalismo mundial. La manipulación de hechos históricos religiosos con el fin de ocupar el territorio estratégico por su ubicación geográfica, valor e importancia históricoreligiosa y de la cultura universal.
La reclamación de la ocupación ilegal del territorio de Palestina, violatoria de los acuerdos internacionales es motivo de vida o muerte para los palestinos. Durante décadas han visto estrechar sus ámbitos de socialización de la vida y la propiedad sobre la tierra, esenciales para la subsistencia humana. Del lado israelí no necesitan más terrenos, es decir, no es un problema de espacio sino una estrategia de ocupación forzada del otro, una práctica de despojo colonial al estilo de las viejas potencias europeas.
No hay dudas que fuerzas imperialistas están detrás del desplazamiento del pueblo palestino. Un extremismo que incorrecta-mente nos quiere hacer ver que enfrenta a dos pueblos y visiones contrapuestas, cuando en realidad son los palestinos los que sobreviven arrinconados ante la negativa sionista de aceptar las resoluciones de las Naciones Unidas que los obligan a convivir y compartir en paz el mismo territorio.
La situación de los refugiados palestinos en el Líbano y otros países cercanos es crítica, agravada por la guerra en Siria y los demás problemas que atraviesa esa región. La crisis económica que vive Europa redujo los aportes a las agencias de Naciones Unidas para los refugiados de Palestina, situación que empeora la crisis humanitaria de la población doblemente refugiada, a la que los gobiernos como el del Líbano, siguen obstaculizando derechos tan básicos como el trabajo o la propiedad.
Cuando menciono el apo-yo estadounidense al sionismo y el ilegal comportamiento con los palestinos, parte del explicito reconocimiento desde hace décadas del ex presidente norteame-ricano, Jimmy Carter, quien reconoció la importancia estratégica de Israel para la seguridad de Estados Unidos y la estabilidad en el llamado Oriente Próximo.
“Todos conocen la importancia de este país (Israel) para nosotros. La importancia estratégica de Israel es importante para nuestra seguridad y para la estabilidad en Oriente Próximo. Israel es nuestro amigo y nuestro aliado por excelencia.”
Los sionistas están con-vencidos del reforzado peso político y militar de Israel en la estrategia global estadounidense ante el conflicto con Irán y el control militar de región. El presidente Donald Trump, reconoció a Jerusalén como capital del Estado de Israel y el traslado de su embajada a esa ciudad sagrada. Comportamiento provocador de una grave escalada violencia en la región que ya tiene el rechazo de la mayoría de la comunidad internacional. Además, significa un duro golpe al proceso de paz entre israelíes y palestinos, una irresponsable actitud propia del imperialismo racista y manipulador que intenta controlar el mundo.
Palestina y tú, el titular de este artículo es una invitación a reflexionar e investigar el conflicto palestino-israelí. Una historia que no debe repetirse para bien del futuro de la humanidad. Al-canzar la paz definitiva, la convivencia constructiva entre dos pueblos que atesoran parte de los sitios más sagrados de la tierra.
Luis Ramón Lima.