La anexión a Israel del Área C de Cisjordania es la respuesta del régimen sionista a cualquier resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, dijo el ministro israelí de educación, Naftali Bennett.
Según expertos, Israel no escatima esfuerzos para convencer al CSNU que tome medidas a favor del régimen. Muchos de los colonos y políticos tratan de llevar a cabo una manifestación para pedir a los legisladores que aprueben una ley para allanar el camino de anexionar el asentamiento más grande de la ocupada Cisjordania, Maale Adumim, que alberga a más de 37 mil personas.
Trascendió que este domingo se inició una campaña, en la que cubren los edificios con grandes fotografías de los ex primeros ministros del régimen, entre ellos Shimon Peres, Ehud Barak y Ariel Sharon, quienes hablaron en reiteradas ocasiones de los esfuerzos para proteger la ocupación israelí.
Entre los planes expansionistas de Israel se espera que el régimen confisque una parte del territorio palestino donde un puesto fronterizo ha sido establecido. El puesto fronterizo de Amona, construido en la ciudad de Ramalá, en la ocupada Cisjordania, se considera ilegal y una propiedad ausente bajo las propias leyes del régimen.
Según la llamada “ley de propiedad ausente”, las propiedades tomadas por la fuerza en los territorios palestinos son utilizadas por los colonos. La ley fue utilizada para confiscar miles de parcelas de tierra palestina tras el establecimiento del régimen de Tel Aviv en 1948.
Lo cierto es que la confiscación y la construcción de asentamientos en las tierras palestinas contradice las leyes y normativas internacionales y siempre ha sido condenada por diferentes países y organismos internacionales.
Más de medio millón de israelíes viven en 120 asentamientos ilegales construidos desde la ocupación de los territorios palestinos de Cisjordania y el este de Jerusalén.